Una reacción alérgica puede manifestarse de diversas formas dependiendo de la persona y de la causa que la provoque. Sin embargo, en cualquiera de los casos la reacción alérgica más grave y peligrosa que existe es cuando se produce la anafilaxia o en el peor de los casos el choque anafiláctico.
La anafilaxia se trata de una reacción alérgica generalizada, es decir que afecta a todo el organismo, se produce rápidamente y puede llegar a ser muy grave o incluso mortal en casos extremos. Si la anafilaxia va acompañada de una afectación del sistema cardiovascular y bajada de la presión arterial, hablamos de choque anafiláctico.
Las causas más habituales de la anafilaxia son las reacciones a determinados medicamentos (antibióticos como la penicilina y sus derivados, aspirina, antiinflamatorios, etc.), alergias alimentarias y las picaduras de insectos como abejas y avispas. Generalmente, los pólenes, ácaros y otros alérgenos que se inhalan no suelen producir este tipo de reacciones.
Síntomas de la anafilaxia
Es importante reconocer los síntomas y ante la más mínima sospecha actuar de inmediato. Los síntomas de la anafilaxia son variados y afectar a distintas partes del cuerpo. Entre los más típicos se encuentran:
- Síntomas en la piel: picor que a menudo se inicia en palma de manos y pies y luego se generaliza a otras partes del cuerpo, calor, enrojecimiento y urticaria.
- Hinchazón de labios, párpados, cara u otras partes del cuerpo.
- Congestión nasal, estornudos y picor.
- En la garganta: sensación de cuerpo extraño o presión o dificultad para tragar.
- Síntomas respiratorios: tos, ahogo, sibilancias (silbidos) en el pecho y dificultad para respirar.
- Sistema digestivo: náuseas, vómitos, dolor abdominal o diarreas.
- Sistema cardiovascular: taquicardias, palpitaciones, bajada de la presión arterial.
- Síntomas neurológicos: mareo y pérdida de consciencia.
¿Qué hacer ante una anafilaxia?
Ante una sospecha de anafilaxia o choque anafiláctico hay que avisar al servicio de urgencias inmediatamente y siempre que se disponga de ella administrar adrenalina intramuscular cuanto antes.
Los pacientes que han sufrido una anafilaxia o presentan riesgo de reacción anafiláctica deben llevar siempre consigo un kit de emergencia que incluya adrenalina autoinyectable. Es la forma más recomendable para su uso fuera de centros sanitarios y se puede adquirir en farmacias bajo prescripción médica.
Estos dispositivos son como una especie de bolígrafos, fáciles de usar y que contienen la dosis de adrenalina adecuada para que sea administrada por vía intramuscular. La forma de aplicarla es:
- Retirar la tapa de seguridad.
- Acercar el dispositivo a la cara externa del muslo y presionar con firmeza. Se escuchará un “click” que indicara que el dispositivo ha funcionado correctamente.
- Posteriormente, mantener el dispositivo presionando sobre el muslo durante 10 segundos.
- No es necesario retirar la ropa ya que la aguja del dispositivo está preparada para atravesarla.
Tras utilizar el autoinyector de adrenalina, es importante acudir al centro médico o de urgencias más cercano e indicar al médico que ha utilizado el dispositivo.
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