Las bebidas energizantes, energéticas o “energy drinks” se comercializan bajo la promesa de aumentar el rendimiento mental y físico de una forma totalmente inofensiva. Sin embargo esto no es del todo correcto.
Estas bebidas surgieron como complemento deportivo con el objetivo de reponer energía y obtener una mejor hidratación en momentos de esfuerzo físico. Su consumo de forma esporádica y moderara no supone el mayor problema para la salud. Sin embargo, hay mucho desconocimiento por parte de la población de los componentes que tienen las bebidas energéticas y las consecuencias negativas que puede tener para el organismo un consumo inadecuado de las mismas. A esto hay que sumarle el hecho de que la comercialización dirigida a los jóvenes ha sido bastante efectiva y el consumo de bebidas energéticas se ha vuelto muy popular entre adolecentes y adultos jóvenes.
Desde hace tiempo los profesionales vienen advirtiendo de las consecuencias negativas para la salud que tienen un consumo abusivo e irresponsable de bebidas energizantes y cada vez son más frecuentes las peticiones desde distintos colectivos para que aumente la información sobre este tipo de bebidas y de que haya una mayor regulación en la publicidad que las rodea, especialmente la que va dirigida a los jóvenes.
Pero, ¿cuáles son las consecuencias de las bebidas energizantes?
La mayoría de las bebidas energéticas contienen grandes cantidades de cafeína como componente principal. Algunas marcas de bebidas energizantes pueden llegar a contener hasta 160 mg de cafeína por lata, lo que podría ser el equivalente a casi tres cafés tipo expreso. Además en la mayoría de los casos contienen una alta concentración de azúcar, aproximadamente el equivalente a unos diez sobres. El hecho de tomar tres tazas de café seguidas con muchísimo azúcar ya de por sí no parece muy saludable, especialmente en el caso de los niños y adolescentes. Por si fuera poco además de la cafeína también pueden contener otros estimulantes como el guaraná, ginseng y vitaminas del grupo B.
Los riesgos para la salud debido al consumo regular de bebidas energizantes están principalmente relacionados con su alto contenido en cafeína. Entre los riesgos se incluyen:
- Sobredosis de cafeína. Los síntomas más comunes son nerviosismo palpitaciones, arritmias, mareos, insomnio, presión arterial alta, náuseas y vómitos, convulsiones, etc.
- Mayor riesgo de padecer Diabetes tipo 2.
- Daños en los sistemas neurológico y cardiovascular en niños y adolescentes.
- Hipertensión.
- Dependencia y adicción.
- Mala salud bucodental.
- Obesidad, lo que resulta especialmente irónico debido a su asociación con el deporte.
Además de las consecuencias para la salud mencionadas anteriormente, los nutricionistas alertan de una forma de consumo cada vez más popular: mezclar bebidas energizantes con alcohol. Al combinar ambas sustancias se inhibe el efecto depresivo del alcohol. Es decir, los efectos de la embriaguez se camuflan por la cafeína, aumentando el consumo de alcohol y la probabilidad de llegar a una intoxicación etílica.
La respuesta a la pregunta cuáles son las consecuencias de las bebidas energizantes va a depender de si haces o no un consumo responsable de las mismas.
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