Los 10 mandamientos solares para tu piel este verano

En verano disfrutamos de más horas al aire libre por lo que nuestra piel está más expuesta al sol y debemos tomar ciertas precauciones para que nuestra salud no se resienta y podamos aprovechar los beneficios del sol para nuestra piel. Es muy importante conocer qué tipo de piel tenemos para poder prepararla adecuadamente, así como para tomar las medidas de protección idóneas para evitar las consecuencias negativas de la exposición solar. Por ello, os recomendamos que sigáis este decálogo de buenos hábitos frente al sol.

Decálogo para la exposición al sol

  1. Prepara tu piel. Es importante la nutrición y la hidratación para que nuestra piel se enfrente, de la mejor forma posible, al sol. Tomar vitaminas que refuercen la función de los melanocitos es una de las mejores opciones.
  2. Exfoliación e hidratación. Para una buena exposición al sol es esencial que nuestra piel esté exfoliada y debidamente hidratada para poder afrontar mejor esta exposición y conseguir un tono uniforme sin manchas.
  3. Fototipo de piel. El fototipo de piel es el tipo de piel que tenemos, desde muy sensible a una piel sana y fuerte. Por ello, las personas con pieles muy claras, que se queman con facilidad y dificilmente se broncean suelen tener pieles súper sensibles por lo que deben utilizar una protección solar alta y renovarla cada hora y media. Sin embargo, si tienes una piel sana que se suele broncear poco a poco pero sin llegar a un color extremadamente moreno; debes utilizar protecciones que oscilen entre el 30 y el 50. Y si tu piel es morena, tu protección debería tener un mínimo de 20SFP. No olvides que las protecciones solares deben ser adecuadas y renovarse constantemente.
  4. Protectores. Fundamental escoger un buen protector adecuado a tu fototipo de piel y al tipo de exposición que vas a tener y que sea resistente al agua. Consulta con expertos para ello, desde tu dermatólogo a tu farmacéutico que te aconsejarán el mejor protector para tu piel.
  5. Aplicación fotoprotector. Si vas a exponerte al sol es esencial aplicarte el fotoprotector mínimo con media hora de antelación y posteriormente, durante la exposición, renovarlo cada hora para evitar problemas.
  6. Horario. Evita exponerte al sol en horas centrales (de 12.00 a 17.00 horas) porque es cuando mayor incidencia tiene sobre nuestra piel. Si tuvieras que exponer tu piel al sol durante esas horas no olvides protegerla con un factor de protección alto y renovarlo constantemente.
  7. Manchas. Cuidado con las manchas, vigílalas. Si tras la exposición solar encuentras una mancha sospechosa, vigílala y consulta con especialistas. Es importante que aunque no vayas a la playa pero vas a salir protejas la piel que puede quedar al aire: escote, brazos, piernas, rostro, cuello… Si usas maquillaje escógelo con fotoprotector, sino extiéndete una buena dosis de protector solar.
  8. Nutrición y cosmética. Una buena nutrición enriquecida con frutas y verduras, vitaminas, hará que tu cuerpo y piel asimile mucho mejor la exposición solar. Existen también nutricosméticos que te ayudan gracias a los componente como antioxidantes y vitaminas C, D y E.
  9. 9) No bajes la guardia. Aunque ya tu piel esté bronceada, no bajes la guardia y mantén el nivel de protección alto para evitar problemas de quemaduras, manchas u otros más graves como podrían ser melanomas.
  10. Cuidados posteriores al sol. Tras la exposición solar debes limpiar adecuadamente tu piel para quitar los restos de protector, arena, maquillaje, cloro… Usa geles con ph neutros e hidratantes, y tras la ducha o baño no te olvides de mimarte usando una buena crema aftersun que aporte un extra de hidratación y reparación.

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