Rinitis: qué es, tratamientos, síntomas y más información

La rinitis es una afección de la mucosa nasal que provoca estornudos, picor, secreción nasal (moqueo) y obstrucción nasal. Estos síntomas pueden acompañarse también con la pérdida de olfato, uno de los síntomas que se asocian también a la infección por coronavirus.

La rinitis puede estar causada por un agente infeccioso o no. Puede darse de forma aguda, durante unos días, por ejemplo durante un resfriado causado por virus, o si es rinitis alérgica mientras se esté en contacto con el alérgeno. También existe la rinitis crónica, que puede ser debida a una alteración (atrofia) de la mucosa nasal (rinitis atrófica); o en el caso de las alergias, cuando el alérgeno está siempre presente en nuestras vidas (ácaros del polvo, pelo de animales, etc.).

El caso más habitual de rinitis no infecciosa es la rinitis alérgica o reacción de hipersensibilidad tipo I. En estos casos se puede asociar también a una alteración de la conjuntiva y producir picor de ojos y lagrimeo. Y, para completar el cuadro alérgico, también puede puede aparecer tos.

Es el médico el que debe determinar el tipo de rinitis y su tratamiento. Para diagnosticar una rinitis alérgica el médico puede prescribir una analítica de sangre en la que se determinan los niveles de inmunoglobulina E, que está implicada en la respuesta inmune alérgica, así como la cantidad de eosinófilos, un tipo de leucocitos específicos (células del sistema inmune) implicadas en esta respuesta. Para identificar específicamente el causante de la alergia se hacen test de intradermorreacción. Estos consisten en la inoculación en la piel, en el brazo concretamente, de una pequeña dosis de alérgeno y midiendo el nivel de respuesta.

Tratamiento de la rinitis

El tratamiento de la rinitis dependerá del tipo de rinitis que suframos. Centrándonos en la rinitis alérgica uno de las primeras pautas que nos marcará nuestro médico o farmacéutico será que evitemos la exposición al alérgeno o que esta sea mínima. De ahí que sea importante conocer a qué somos alérgicos exactamente.

Cuando la exposición es imposible evitarla podemos tomar antihistamínicos y corticoides para reducir la sintomatología. Estos medicamentos los debe prescribir el médico. En casos puntuales y de forma esporádica podemos hacer usos de anticongestivos que podemos comprar en la farmacia, pero es importante no utilizarlos de continuo pues pueden agravar el problema. Si tienes dudas sobre su uso consulta en tu farmacia de confianza.

Existen una amplia variedad de medicamentos antihistamínicos para la rinitis alérgica en farmacias y son los más utilizados para la rinitis alérgica leve o intermitente. Alivian el picor nasal, los estornudos y las molestias oculares, pero deben tomarse con antelación a la aparición de los síntomas. Es importante que, una vez conocemos el agente causante de nuestra alergia, por ejemplo, el polen de gramíneas o del olivo, comencemos el tratamiento con antihistamínicos un par de semana antes del pico de ese polen.

Los corticoides se suelen suministrar por vía tópica en forma de inhaladores y nebulizadores intranasales y pueden utilizarse en combinación con antihistamínicos. Los corticoides por vía tópica alivian la inflamación y reducen el moqueo. Se pueden utilizar en combinación con los antihistamínicos para la rinitis alérgica moderada y persistente.

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